CENTRO CULTURAL SAN FRANCISCO SOLANO
CENTRO CULTURAL SAN FRANCISCO SOLANO. COMO MUJER Y MADRE.

COMO MUJER























COMO MUJER Y MADRE

Te vi mujer y madre estando contigo

como el rocío de la mañana

que cayendo crecía tu belleza conmigo

y te advertía esplendorosa por mi ventana.

Dotada de magia, de magia mientras me tenías

como el crisol forjando naturaleza

y en él cada vez más crecía

hasta lograr la fantástica belleza.

Provocadora de gran emoción de los sentidos

te vi mujer sorprendente,

bendecida por tus valores recibidos

y deslumbrante como el arco iris reluciente.

Como la suavidad de las uvas son tus caricias,

pero igual tu corazón es fuerte como el caudaloso río

que acaricia sus rocas con misteriosa delicia

como cuidadosa criatura de pensamiento caliente y frío.

Los otros son los mismos todavía los de todos los días

que caminaron el camino de sutileza

sin poder convencerse de tu manantial de sabiduría

de la que te había dotado la infinita naturaleza.

Resistencia y lucha, la más luchadora del feminismo

que a la velocidad del viento convirtió en gran ola

navegando entre espumas abrumadoras, navegando entre los mismos

sin claudicar y a la vanguardia de la lucha desde otrora.

Así como la madre del hombre era la tierra

aún eres como madre también mujer

que algunos hombres abate hasta en primavera

y violentos, ni tu belleza, ni tu perfume jamás podrían tener.

En mi peregrinar por el mundo

caminando por sus calles despavorido

te vi indignada por la dictadura y la guerra emigrando del inmundo,

como criatura con su crío en su lomo y, llorabas, tocando mi corazón afligido.

Creí que sólo era quimera de mi Colombia,

creí que sólo por la mujer era el que sufría

creí que todavía eran fantasmas del pasado y de la colonia,

hermanos, era que nada estaba resuelto y nada está resuelto todavía.

Mi recorrido por la tierra despertó ilusión y de ilusión vivo

de apaciguar ese espíritu, espíritu de maldición temprana

que posesionado está contigo y conmigo

y libres de él no regrese a nuestra dignidad humana.

En la libertad fantasiosa te creí conocer

pero en este baile de máscaras es imposible conocer

tus cualidades, conocer como las de cualquier ser

porque siempre habrá un gran hombre y una gran mujer.

En los movimientos las vi aleteando como mariposas

con logros del mundo real en movimiento

como nubes de lideresas mariposas amorosas

surcando el cielo infinito tratando de cambiar el universo.

Las vi enfrentando valerosas las olas

del inmenso océano, tanto más inmenso lo enfrentaban

cuanto más desmedidas eran sus olas

y como lideresas por doquier justicia reclamaban.

Aún las veo alzar vuelo en el ventisquero donde igual vivo,

como la mirla venezolana herida luchando por su nido,

como la mirla chilena luchando adolorida por su pichón herido,

como la mirla argentina y colombiana luchando por su hijo perdido.

Como palomas mensajeras llegan de todas partes en mayo

con sus continuas pisadas firmes buscando maíz y abrigo

y con sus cantos dolorosos lloran sus muertos en la plaza de Mayo,

la Candelaria ante tantos oídos sordos de las plazas públicas del mundo, mi amigo.

Como el misógino desmoronado ante tu grandeza,

como el misógino envidiando tu carisma y astucia,

como el misógino que consciente tiene en el olvido tu belleza,

que queriendo y no queriendo a deslumbrante flor nunca a esta renuncia.

Eres bello agapanto que crece en el desierto,

en el desierto donde el amor parece perdido

pero el agapanto con su pétalo abierto,

florecido, mas florece en el desierto aunque temido.

Con tu lucha sólo así el renacimiento vino

cuando luchabas y todavía luchas contra esa locura

desigual y violenta del demonio maldito

que arde en su propia calentura.

Ya tarde comprendí que eres oro puro

que eras el fuego de mi alma

que limpias mi corazón impuro,

y el amor que me brindaba la calma.

Estar en tu compañía siempre quiero

sin irrumpir en tu profundo silencio, juro

brindar de igual a igual contigo por lo que espero y no espero,

ya tarde comprendí que eres realmente oro puro

que eras el fuego de mi alma.

Con física y sin física ha sido tu camino

revolucionando con resultados el rumbo de la vida

que se multiplica al nacer del cuerpo potencial del cuerpo femenino,

del que el futuro será testigo de tu mente divina.

Entonces, sólo entonces por eso vivo y mientras viva con razón

debo cantar y contar debo, como poeta las letales y no letales cosas de esas

que algunas como espada atraviesan tu corazón

que sangra y pasan y pesan sobre nuestras cabezas.

Simón Mayr.